Las leyes y la Iglesia en la República
Bolivariana de Venezuela
¿Pueden
ó no ser aceptados los homosexuales?
Mientras que en el viejo mundo, los países de la comunidad
económica europea se unen y bajo sus lineamientos de defensa de de las minorías
acuerdan apoyar a las relaciones homosexuales; en los países de Latinoamérica,
se ha hecho difícil aceptar la existencia de esta preferencia sexual.
Uno de los países que tiene como
bandera la lucha por la defensa de este género, es precisamente Holanda donde se logró legalizar
el matrimonio homosexual en 2001, lugar donde se tomó como ícono de la causa, a la niña Ana Frank por cuanto en
su legado sobre la segunda guerra mundial y la devastación de los judíos, asoma
en uno de los capítulos de su libro que soñaba con besar a otra adolescente con
quien tenía contacto.
Recuerdo una vez
que me quedé a dormir en casa de Jacque y que no podía
contener la curiosidad de conocer su cuerpo, que siempre me
había ocultado, y que nunca había llegado a ver. Le pedí que, en señal de
nuestra amistad, nos tocáramos mutuamente los pechos. Jacque se
negó. También ocurrió que sentí una terrible necesidad de
besarla, y lo hice. Cada vez que veo una figura de una
mujer desnuda, como por ejemplo la Venus en el manual de
Historia de Springer, me quedo extasiada contemplándola. A veces me
parece de una belleza tan maravillosa, que tengo que contenerme para que no se
me salten las lágrimas. ¡Ojalá tuviera una amiga!
Sin embargo, la decisión de Holanda, sienta
sus bases en las Normas Internacionales sobre la Defensa del Derecho de Minorías
y las orientaciones para su aplicación (1992), donde se incluye no sólo a las
minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas, sino también considera
que es objeto de discriminación por otros: el género, discapacidad, orientación sexual o identidad
sexual particular (gay, bisexuales, transexuales o intersexuales).
Más allá de esta historia, se encuentra la
situación en el nuevo mundo específicamente en América Latina, donde Argentina, Uruguay y Brasil lucharon y
materializaron con éxito esta causa.
Al respecto, un estudio global publicado por
Pew Research (2013) revela que Argentina, es el
primer país de la región en legalizar el matrimonio gay en el 2010, encabezando
la encuesta que apoya estas relaciones mientras
que Chile,
está en el puesto número dos.
Así mismo, según El Diario La verdad de
Maracaibo, en una publicación en Enero (2014) señala que en
Uruguay también se legalizó la unión civil homosexual en 2013, convirtiéndose
en el segundo país de Latinoamérica en permitir este tipo de unión.
Igualmente,
en Brasil, el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) legalizó en mayo pasado el
matrimonio entre homosexuales, aunque aún no existe en el país ninguna
legislación específica sobre el asunto, mientras varios activistas presionan
para que se establezca claramente esa norma.
Ahora bien, en la República
Bolivariana de Venezuela se ha iniciado un proceso en el que pareciera que
puede tomar auge la aprobación de estas uniones. Recientemente, se inició un
proceso de recolección de firmas que fue llevado al Asamblea Nacional con el
único fin de legalizarlo.
Dice el
Diario EL Nacional (2014), que durante
el mes de Enero, unas 40 organizaciones y movimientos sociales del país,
avaladas por más de 20 mil firmas, acudieron
a la Asamblea Nacional (AN) para consignar el Proyecto de Ley de Matrimonio
Civil Igualitario en Venezuela, con el
objetivo de lograr que el Estado permita contraer nupcias a personas sin
discriminación por orientación sexual ni identidad o expresión de género, con
iguales efectos y formas de disolución establecidas en el Código Civil.
Pero esta cifra hubiera sido más alta. Algunos Venezolanos han manifestado
que se solidarizan con la causa, por cuanto piensan que cada quien debe tener
la libertad de decidir su condición. Sin
embargo, algunos no estuvieron dispuestos a firmar por cuanto corrían el riesgo
de que otros pudieran pensar que lejos de ser heterosexuales, pudieran ser son
homosexuales.
Lo cierto, es que ante la carencia
de respuestas el conflicto entre la aceptación ó no de la homosexualidad
continua por cuanto en ámbito religioso la disyuntiva es un hecho; porque mientras que los católicos del uniformismo ultraconservador o
ultraprogresista interpretan que en la Biblia
se señala que solo se acepta a la mujer como mujer y al hombre como hombre; los
de la Iglesia centrada y pluralista interpretan el legado religioso
y manifiestan que la iglesia es para todos: para el rico, el pobre, enfermo, sano, y, así pues; para la mujer, el
hombre y los homosexuales.
Ana Bárcenas
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